Biocombustibles: por qué la euforia de su producción es reemplazada por decepción

En los albores de su aparición, los biocombustibles fueron percibidos como algo ecológico e inofensivo, capaz de reemplazar el combustible de hidrocarburos que está envenenando nuestro planeta. Los países progresistas que desean reducir las emisiones atmosféricas o no tienen sus propias reservas de petróleo han comenzado a sembrar colza y maíz en grandes cantidades, construir plantas de combustible ecológico e introducir activamente tecnología avanzada, instando al resto del mundo a hacer lo mismo. Pero en realidad, todo resultó no ser tan sencillo, y es por eso.

Estrictamente hablando, el término "biocombustible" se refiere a todos los tipos de combustible que se produce a partir de materias primas vegetales o animales, así como a partir de desechos orgánicos. No consideraremos combustibles sólidos o gaseosos, sino que nos detendremos en los biocombustibles líquidos, que los ecologistas tenían grandes esperanzas y en los que vieron un futuro sustituto de la gasolina. Una de las variedades de biocombustible líquido es el bioetanol.

El bioetanol desde el punto de vista químico es el mismo etanol, o alcohol etílico, solo producido con materiales vegetales. Los líderes mundiales en la producción de bioetanol son Brasil y Estados Unidos, que lo reciben del maíz, la caña de azúcar y otras plantas. Este video muestra más claramente cómo funciona el proceso de producción de etanol en un entorno industrial.

Pero si el biocombustible en sí es prácticamente inofensivo y, por supuesto, es una opción preferible en comparación con la gasolina o incluso el gas natural, entonces, como lo ha demostrado la práctica, la producción de bioetanol o biodiesel en sí no siempre se justifica desde un punto de vista ambiental. Y al ver este video, descubrirá por qué.

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