¿Dónde están las lluvias de diamantes?

Imagina una lluvia de diamantes. Suena fabuloso, ¿verdad? Como un episodio de una película de Disney. Es cierto que, en realidad, las piedras de diamante golpearían fuertemente la cabeza, y los lugares donde ocurren tales lluvias están bastante lejos de la Tierra. Por ejemplo, Neptuno o Urano. Y si se entera de las condiciones en que los diamantes comienzan a caer del cielo, entonces, para unas vacaciones, elija un lugar más cerca y más tranquilo.

De la teoría a la práctica.

Cuando se expone a alta presión (y temperaturas) en otros planetas, incluso las sustancias familiares pueden comportarse de manera muy inusual para nosotros. Por ejemplo, en los llamados "gigantes de hielo" como Neptuno y Urano, las verdaderas lluvias de diamantes ocurren constantemente. Los científicos han calculado teóricamente esta posibilidad durante mucho tiempo, suponiendo que estos planetas están rodeados por una atmósfera densa y contienen núcleos calientes relativamente pequeños cubiertos con un manto de agua caliente bajo presión, amoníaco y hielo de metano. Y recientemente, pudieron simular estas condiciones en el laboratorio.

El hecho es que, a pesar del nombre de "gigantes de hielo", estos planetas en realidad están muy calientes. Por supuesto, en la atmósfera superior, la temperatura es muy baja debido a la lejanía del Sol, pero cuanto más cerca del núcleo, más caliente se vuelve la presión. Son precisamente estos cambios de temperatura y presión los que conducen a la liberación de hidrógeno y carbono, que forman lluvias de diamantes a unos 8,000 km por debajo de la superficie exterior de la atmósfera.

Cielo en diamantes

Para simular las condiciones de los "gigantes de hielo" en el laboratorio, los científicos tuvieron que alcanzar temperaturas muy altas y enormes presiones. Para hacer esto, utilizaron un láser y un plástico hechos de hidrógeno y carbono, que era el "suplente" de los compuestos de metano en Neptuno y Urano. Como resultado del experimento, que, debido a la complejidad del modelo, duró una fracción de segundo, fue realmente posible obtener pequeñas gemas.

Pero en "gigantes de hielo" en condiciones más estables, caen del cielo piedras mucho más grandes, formando poderosas "lluvias de diamantes". Millones de quilates de diamantes se hunden lentamente a través del manto hasta el núcleo, formando una gruesa capa de diamantes más cerca del centro del planeta. Es decir, los planetas mismos resultan ser un gran marco para piedras preciosas.

Las capas atmosféricas de los "gigantes de hielo" son tan gruesas que incluso las mejores sondas de investigación aún no pueden mostrar con precisión lo que está sucediendo en estos misteriosos planetas. Una cosa es segura: si desea un "cielo de diamantes", espere hasta que comiencen los vuelos regulares a Neptuno y Urano.

Deja Tu Comentario